Frente a frente,
a dos metros de
distancia,
como escondidos,
tras las
mascarillas de rigor
te acaricias lenta
y suave
hasta que brota mi
fuente,
surtidor
desvergonzado de vida y muerte
y entonces
estallas tú, ardiente
como el fuego, con
forma de mujer,
que eres.
Uno en el otro,
a la distancia
obligada,
compartiendo
vísceras imaginarias,
acompasando jadeos
con ritmos cardíacos,
ahogándonos a
corta y pegajosa distancia
con aromas de
nuestros fluidos celestiales.
Juntos, a dos
metros,
tras las
mascarillas de rigor,
en el paraíso de
los sueños cumplidos,
seguiremos
conociéndonos,
saboreándonos sin
descanso,
bañados, nuestros
dedos,
en pócimas
anti-virus.
"Face to Face" de
Félix Martín Franco
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