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APORTACIONES de Creadores:

lunes, 30 de noviembre de 2020

¿Nueva normalidad?, autora: Lihue Balanzino

La emoción del  on/off  line
la nueva publicación
los fueguitos mal apagados
 
Falta de expresión real
falta de expresión carnal
tocarte y sentirte con dos dedos
con un mouse que no te recorre
pero te recorre
sin correrte
 
Y besos con gusto a viento
se los lleva el aire
se los lleva nadie
y vuelven
vuelven para no sé.
 
Esa manía digital
esa falta de realidad
exceso de imaginación que no traduce
que no siente ni ve
ya ningún sentido siente
y todos están esclavizados
para fingir lo que no existe.

¿Nueva normalidad?








miércoles, 25 de noviembre de 2020

"Día internacional de la eliminación violencia contra la MUJER"

     Porque no siempre el sexo es placer para tod@s, nos ha entregado ésta canción Chega Gómez, gran cantautora madrileña, y de esta forma dejamos nuestra muestra de adhesión y colaboración al "Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra la Mujer".

BASTA YA !!!

GRACIAS INFINITAS, Chega, amiga, compositora, intérprete...

    Aunque a veces los contenidos de éste blog pudieran parecer machistas, rogamos disculpas, pues, para nada lo son.

Pincha y Siente:

CHEGAGOMEZ   IRIOWENIASI   =   HILO DE LA LUNA





domingo, 22 de noviembre de 2020

Peticiones del Oyente en "MÚSICA de amores CONFINAD@S"

Una querida lectora del blog (anónima) nos ha solicitado vía mail: milyunanochesconfinadas@gmail.com,
incluir en el epígrafe "Música de amores confinad@s"  dos temazos muy, muy, muy  hot: "Lo estás haciendo muy bien" y "Mas y mas", escucha nuestros -69 oldy hit- (de momento 41, esperamos vuestras nuevas propuestas) y disfruta de un paseo por lo mejor de la música -amorosa- en español .

Referenciada en el consultorio "CARNE Y ALMA CONFINADA", como respuesta a la consulta realizada por Neptuno, unimos a nuesta lista de reprodución musical "UNA DE DOS", del siempre querido Luis Eduardo Aute.




"¿Hasta cuando?", autora: Anna Bukowska

 
¿Cuánto más he de esperar
para poderte amar?
 
Maldito confinamiento
que no me deja
disfrutar de tu cuerpo
ni besar tu sexo.
 
Un cable nos separa
y nos une,
te veo tras la pantalla
pero ya no me basta.
 
Maldito confinamiento
que sólo permite
practicar cibersexo.
 
Yo quiero tu cuerpo
para recorrerlo
beso a beso.
 
Maldita, jodida pandemia
que no me deja
disfrutar de tu lengua.
 
¿Hasta cuándo
seguiré amando
hasta cuándo
sin tocarte
ni sentir tus labios?
 
Tras el hilo
te lo digo
te digo que te extraño
y, mientras,
me estoy masturbando.
 
Puñetero toque de queda
jodida pandemia.
 y... ¿Hasta cuándo?


Anna Bukowska






sábado, 21 de noviembre de 2020

En el estudio de Luis Serrano

    En tiempos de pandemia y confinamiento, tampoco LUIS SERRANO (Pintor-Fotógrafo y mucho mas) pudo estar quieto y creó y creó con todas las técnicas que domina y disfruta.  GRACIAS, Luis.

       

viernes, 20 de noviembre de 2020

"Puerta con Puerta", autor: Antonio Ruiz Pascual

      Ella era mi vecina de al lado, varias veces nos cruzamos en la escalera, en el super, junto al buzón de correos, nos dábamos educados los buenos días, las veces que más hemos hablado ha sido en las reuniones de vecinos, era una chica atractiva, bien formada y vestía bastante sexi,  pero con eso de tenerla al lado de casa nunca me interesó, los rollos cuanto más lejos y anónimos mejor, era todo un mecanismo de defensa, supongo que ella pensaría lo mismo, los dos de vez en cuando nos traíamos ligues, algo normal para sobrellevar la existencia del tiempo y habíamos escuchado tanto el uno como el otro nuestros escarceos amorosos a través de los tabiques,  así como escuchamos programas de televisión, música, paredes de papel se dicen donde la intimidad no existe, ella de pop antiguo me recordaba a mis guateques de adolescencia, mientras yo soy de jazz, Charlie Parker todo el día sonando, me fascina el saxo.

      En una ocasión ella me pidió un brik de leche, yo un día un paquete de harina, hasta ese momento esa era toda nuestra relación, llegó el confinamiento y salíamos juntos a aplaudir en reconocimiento a los sanitarios y otras profesiones que hacían posible subsistir a la peste por covid-19 que estábamos padeciendo, también coincidíamos, de vez en cuando, al echar un pitillo en la terraza, 

aunque los dos vivíamos solos se ve que no gustábamos de contaminar el aire de nuestra casa y empezamos a charlar más sobre la vida, la sociedad, los valores éticos, los partidos políticos y como no, sobre el confinamiento, los dos éramos de izquierdas, empezamos a intimar y resulta que nuestras conversaciones eran, cada semana, más asiduas, amenas e interesantes. La soledad hizo que empezáramos a buscarnos, a sentir la presencia el uno del otro a pesar de los tabiques. Una noche de luna y calor inmensos ella salió a fumar en ropa interior de encaje, yo lucía en calzoncillos, los dos demostramos madurez, nada de pudor y conversamos con la mayor naturalidad, la verdad es que yo la devoraba con la mirada y mis ojos, sin querer, aterrizaban una y otra vez sus generosos pechos y su pequeño sujetador que luchaba por abarcarlos, así estuvimos un rato largo hablando, mientras luchaba contra mis instintos más básicos que, cautivos bajo mi slip, comenzaron a revolucionarse. Cuando entre de nuevo al comedor de casa necesité una ducha fría y casualidad o no, sentí el agua caer desde la alcachofa de mi ya entrañable vecina. La imaginé debajo de su ducha, desnuda, mojada, con olor a piel y gel de manzana, que desde hacía unos minutos ya habían percibido mis fosas nasales. La escena volvió a repetirse varios días, las conversaciones cada día eran más largas y el deseo estaba, nunca mejor dicho, a flor de piel. Después del cigarrillo y la amena conversación y sus picaronas bromas, como si fuera una ceremonia consensuada los dos, nos duchábamos, no sé si a ella le pasaba lo mismo que a mí, pero intuía que nuestros actos estaban acompasados y los repetíamos con exactitud de relojero. Una noche, con el propósito de romper el hielo o mejor dicho de encender el fuego, la invité a pasar a casa y tomar un vino, aunque a tenor del calor que hacía lo convertimos en un tinto de verano. La excusa de que probara mi tortilla española, que aquella noche me salió deliciosa, fue la excusa para la invitación. Ella aceptó, sin pensárselo dos veces, ambienté la estancia con música romántica, y coloqué unas velas en sitios estratégicos consiguiendo una penumbra iluminada que además nos protegería de los mosquitos. Apareció radiante, a los pocos minutos, con una bata estampada de flores rojas, si no recuerdo mal eran amapolas, yo me puse un batín que compré hacía años y que nunca tuve ocasión adecuada para estrenar y que permanecía dormido en un cajón del armario totalmente abandonado. Bebimos y degustamos la tortilla entre bromas y algunos asuntos de la comunidad de vecinos, al abrir la segunda botella y brindar y volver a brindar nos miramos a los ojos, el tiempo se detuvo en esa mirada larga, manteniéndola fija a nuestros propios ojos repletos de fuego; sentí un escalofrío y por que no decirlo, estaba nervioso, excitado, un mechón de pelo se le vino a los ojos, yo servicial y muy lentamente lo aparté al tiempo que ella me sujetó la mano y como un camino sin retorno nos acercamos para fundirnos en el beso interminable que aún hoy saboreo, dejamos que nuestras manos dieran rienda suelta a sus deseos y recorrieran nuestros cuerpos, al acariciar su pecho gimió haciéndome sentir un estremecimiento quebradizo por toda mi columna vertebral. Todo mi cuerpo se erizó. Seguí besándola como poseso y ella se entregó a mis caricias al igual que yo caía rendido a las suyas, al rozar mi entrepierna la respuesta sentimos inmediata, alzándose sin remedio ni condición, aquellos atributos masculinos que creía míos. Nos desnudamos rápidamente como si nos fuera la vida, hambre atrasada, quizás; en eso la cogí en brazos y la llevé hacia la cama, depositándola dulcemente, volviendo a los besos, a las caricias, aquella casa que había sido una prisión se convertía en las mil y una noche, en los jardines del edén, piel con piel nos quemábamos, de pronto dejó libre su túnel del amor y como un tren expreso sin estaciones entré embravecido y sintiéndome temblar, una vez más, un mar de sensaciones me embargaban, seguí frenético en el vaivén del amor, hasta llegar a una explosión sobrenatural, un orgasmo a dúo nos hizo gritar como animales en celo, sudorosos, permanecimos largo rato el uno en el otro, como si no pudiéramos separarnos, romper el aquelarre, aquel sortilegio que nos hizo gozar, alcanzar el Nirvana, nuestros cuerpos no dejaron de oler a sexo y a champú de manzana, el silencio nos abrazaba con fuerza. 



Sonreímos adormecidos y sincronizados nos encaminamos hacia la ducha y dejamos caer el agua enjabonándonos el uno al otro, qué decir, aquello volvió a excitarnos, levante su pierna derecha y bajo el chorro del agua volví a penetrarla otra vez, nuestros gritos rompieron el silencio, hicieron eco entre aquellas paredes que de pronto ya no me encerraban, eran cómplices de nuestra pasión desbordada, que hicieron que aquello se repitiera una y otra vez entre idas y venidas, de una casa a otra, sin importar demasiado en cual de ella amaneceríamos, éramos dueños de nuestros tiempos, a nadie teníamos que rendir cuentas.

       El confinamiento se convirtió en nuestro aliado y como dos anacoretas encantados, nos amábamos a cualquier hora del día o la noche, que más daba, bajábamos a comprar por separado pero nos besábamos en cada pasillo del súper donde nos encontrábamos, dejando descansar las mascarillas sobre la barbilla, nos prometimos que el primer día que se acabara este encierro maravilloso, saldríamos de la mano sin importarnos lo que dijeran el resto de nuestros vecinos, el resto del mundo, viviríamos entre los dos pisos como hasta ahora y quién sabe si en un futuro romperíamos un muro y fusionáramos la casa sin que ninguna pared nos vuelva a separe nunca más, pero eso está por ver, mientras que los demás aplaudían, gritaban vítores y ponían músicas reivindicativas, sentimentales, nosotros hacíamos el amor, uníamos nuestros gemidos, nuestros orgasmos al jubilo general parecía como si toda aquella celebración estallara, llegara al clímax con nosotros, como si gritáramos ¡viva el amor que nos aparta de la muerte!, mientras los demás se privaban de abrazos y de besos, nosotros damos rienda suelta a toda nuestras fantasías, dejó de existir la ropa para nosotros, quizás yo fuera Adán y ella de pronto Eva, comiéndonos la manzana prohibida, el pecado original entre su sexo y el mío, reyes del paraíso sin miedos ni penitencias, sin diablos ni dioses que nos pongan freno, donde las formas infinitas nos lleven a esta lucha sin tregua, cuerpo a cuerpo, como bárbaros, abandonándonos a nuestras ansias.

Antonio Ruiz Pascual





SEX consultorio "ALMA y CARNE confinada" 004, pregunta -Neptuno-

-Pescadero sin redes-

“Voy al grano. Gracias por su atención y ayuda.

                 Soy pescadero en un conocido mercado municipal de Madrid. Me levanto a las cinco de la mañana para ir a Mercamadrid, por consiguiente me suelo acostar a eso de las once de la noche o antes. Hasta aquí todo normal.

            Sucede, desde hace unos seis meses, a la vuelta del veraneo que disfrutamos en el apartamento que mi suegra tiene en Cullera, (todavía no habían establecido los cinturones de aislamiento entre pueblos, ciudades y mucho menos entre comunidades autónomas), que mi esposa me despierta bien pasada la media noche, cuando decide ir a la cama, y sin mediar palabra, me coloca una mascarilla quirúrgica en nariz y fauces, otra ella y empieza a magrearme hasta que me despierta obligándome a calmar su sed (felatio) y su hambre (penetración). Al principio me hacía gracia, pero, de un tiempo a esta parte me siento muy cansado y no puedo darla tanta dieta como implora. Al romperme el ciclo del sueño natural, despierto muerto de cansancio al sonar el despertador. Luego paso el día derrotado de café en café, chupito, otro cigarro y esto no es vida para las muchas horas que dura mi jornada laboral. 

            Estoy desconcertado, no sé de donde le han venido estas ganas, teniendo en cuenta que nosotros siempre hemos sido de los de -sábado, sabadete, camisa limpia y polvete-.

-¿Tendrá un amante que ahora con el confinamiento no puede atenderla y necesita colmar conmigo su furor sexual?

- ¿Estará viendo el canal porno de la televisión, una vez que yo me acuesto y llega a la cama con ganas de repetir lo visto en la pantalla?

- ¿Estoy haciéndome viejo?

- ¿Es normal que me obligue a mantener la mascarilla puesta hasta que, de tanto morrearnos, se humedezcan y se deshilachen consiguiendo, por fin, llegar al contacto húmedo y violento nuestras lenguas?

- ¿Será una forma de aislar mi aliento y así recordar de mejor manera el de otro?

- No entiendo nada. Ayúdenme, por favor.

 

Fdo.: Neptuno



R E S P U E S T A :

Estimado Neptuno.

No hace falta que te des a medias tintas, esto es un cuento corto y sé que lo sabes. Desde el primer día vengo advirtiendo a tu mujer, Carmen como mi difunta, que no se exceda en esfuerzos para disimular nuestros tropiezos. Me temo que tu consulta es una sutil o cobarde advertencia por la que comienzo a aconsejarte que dejes de ser un calzonazos y aceptes la situación sin remilgos, con los dos bien puestos. Pero, cómo has sabido lo de mi consultorio, no recuerdo habérselo contado a nadie del barrio, ni tan siquiera a “nuestra mujer”. Ella me asegura que no te ha confesado lo nuestro, tampoco yo le he dicho que me has escrito a la emisora. Mira, si te parece y creo que es lo más sensato, dejémoslo entre nosotros y, como dice la canción, organicémonos entre los tres. Te envío el enlace a estacanción de Aute, puede que te venga bien, solo hay una salvedad, yo no estoy enamorado de tu mujer, solo follamos y, por lo que me cuentas, también nos la está pegando con otro u otros. https://www.youtube.com/watch?v=kgNdRWn_AvE

Haz la vista gorda o mira hacia otro lado, aguanta los machos. No es buen momento para que cambies de montura, perderías a tu recadera y propietaria de la pescadería, lo que significaría quedarte sin curro y sin Erte. Además, también te quedarías en la puta calle, sabes que la vivienda está escriturada a su nombre, hablo por su boca, me dijo que la heredó de sus padres. ¿Quieres pensar en el dinero que tendrías que pasarle para los críos, el Jose, la Merce y el Raúl? Ahora que, con esto de la pandemia y con la miseria que planea por tejados, cimientos, congresos, senados y consistorios, puede que algún partido político te subvencione para que cuentes tus penas y culpes a los del otro costado.

Te dolerá lo que voy a decirte pero, a estas alturas, más vale que entre nosotros haya sinceridad. Entérate de que tú mismo has generado esta situación y de que tu mujer tiene más peligro que el Covid. Ella nos está corneando a los dos. ¡Carajo! Cuántos amantes tendrá, me has acojonado. Lo mismo, con esto de los asintomáticos y la falta de test, por su almejita está sirviendo a domicilio más virus que pescadilla. ¡Cason brena! Ahora que voy cayendo en la cuenta del peligro al que me he expuesto con ella, me estoy calentando y más le vale que no me haya pegado nada, ¡me la llevo con los pies por delante! Bien sabes que, hasta la promulgación del estado de alarma, yo bajaba a la compra. Lo mío, con Carmen, solo viene desde que comenzó la pandemia, fue cuando nuestra putita llegó para traerme el pedido. ¿Por qué no hiciste tú los repartos o contrataste a un mozo? ¿Tenías miedo a contagiarte con alguna clienta que, al recibir el pedido, no guardara las distancias de seguridad y preferiste que se la jugara Carmen, tu Carmen? ¡Rediós!

Mi enrolle con la guarra de tu parienta empezó un día en el que yo estaba en la ducha, sí, haciéndome uno de esos pajotes que el confinamiento ha ofrecido como arte contra el tedio, dicen que es el más sano ejercicio que se puede practicar para que el corazón no encoja y la próstata siga activa. El caso fue que, cuando ella llamó al timbre, yo llevaba un buen rato dándole que te pego y aguantando para no correrme, lo que se diría sin prisa y gozándola. Me había metido media Viagra y no era cuestión de malgastarla así como así. Ante la duda para decidirme si abrir o no, por si eras tú quién llamaba, opté por hacer un alto en el goce, salir de la ducha y ponerme el albornoz. Ya volvería a mis ejercicios cuando te largaras. Habrás escuchado lo que ocurre con la Viagra, una vez puesto en marcha, así como así no se te baja. Mi erección persistía cuando, al abrir la mirilla de la puerta, me llevé la sorpresa de ver a Carmen. Uf, menudo tirón que me dio la minga. Como hombre que eres comprenderás que, más que a tu mujer, solo vi una lengua que me la chupara y agujeros por dónde meter el rabo que me estallaba. Víctima de los mil y un demonios, aflojé el cinturón del albornoz para que, como si se debiera a un bochornoso casual, al recoger la compra se me abriera el albornoz e hiciera fuerza aquello de que más vale una imagen que mil palabras. Esto es lo que ahora imagino, como sueño del hombre de la gabardina. Pero aquel día, bendito día de confinamiento, el destino quiso que Carmen se agachara a recoger las rodajas de salmón, las truchas, calamares, mejillones yjusto en ese religioso momento en el que tu mujer se inclinó, en ese presunto sin querer mío y por ella no darse cuenta a tiempo o tal vez dándosela pero engañándome, la pescadera recadista se encontró con mi cipote golpeándole la barbilla, pasándole por los labios y deteniéndolo su nariz. Entonces, clavada por el asombro y sin saber bien qué hacer, mientras permaneció en aquella posición fui rápido tratando de arreglar el apuro para complicarlo aún más. Dejé que mi serpiente continuara insinuándose y confesé que, cuando ella llegó, yo me la estaba cascando. Añadí que, si no lo remediaba viniendo conmigo a la ducha, continuaría al cerrar la puerta y que estaba así por pensar en ella. A Carmen le faltó tiempo para, sonriendo, engancharse a lo que me sobresalía y comenzó a restregarse la verga por toda su cara. Ahí y sin más remedio, imagínate el resto. Bien conoces su fogosidad.

La fortuna quiso que mi vecina, ella siempre espía por la mirilla cuando alguien llama a mi puerta, presenciara la escena. Desde entonces y hasta ahora, también me la tiro a ella. Aquel mismo día, al marcharse tu mujer, la vecina llamó a mi puerta y yo, creyendo que sería la perra de Carmen por algo que habría olvidado, abrí en pelotas. Qué va, era la vecina ofreciéndome su menú carnal. Está separada y me propone que convenza a tu mujer para que hagamos un trío, Carmen no se decide aún. Así que los días que tu mujer se queda con las ganas porque yo haya pasado la noche con mi vecina, son los que se desfoga contigo. Tampoco sé quién se la estaría tirando antes de que empezara lo de la pandemia, ni los días que no soy yo. En esto voy tan ciego como tú.

Y a partir de ahora, en lo que a mí respecta, ya puedes estar tranquilo, prefiero conformarme con mi vecina. Ella si que es estricta cumpliendo con las normas de confinamiento, lo que me da más garantías que tu mujer. El que tu putita te ponga la mascarilla, me parece normal, yo también se la pongo a ella, salvo cuando me la chupa. Y no te tires faroles ni te hagas la víctima.  Carmen me habla de tus incapacidades con el tridente, creo que la más de veces te corres a la primera.

En fin, Carmen es mucha mujer. Deja que continúe atendiendo a domicilio y podrás descansar. Yo, después de lo que me cuentas, sin decirle más por qué, te prometo que no volveré a follármela, menuda. Puede que hasta tengas la suerte de que pille el virus, te deje viudo y te caiga la herencia, cada cual con lo que se merece, salvo que tú...

Joder. Ahora que te he dicho lo del trío que quiere hacer mi vecina, soy yo el que se queda con la mosca detrás de la oreja. Hay días que no folla conmigo porque me dice que está cansada. Hasta ahora, no había caído en la cuenta de que suele coincidir con las visitas que le hace la vecina del 5ºA. Sí, una jovencita de pelo cortito que tiene el marido muy posturitas, tanto que, para mí olfato de macho, el gachó pierde aceite por la culata, ¿me entiendes? ¡Cason brena!  A lo que voy. ¿No será que entre ellas...? Ay, por mi Dios que mañana me hago una PCR.

Ya me dirás si quieres continuar siendo mi pescadero aunque, mejor que no.

Lorenzo Rodríguez “Aborto Chipirón”.




SEX consultorio "ALMA y CARNE confinada" 003, pregunta: María.

Estimado señor Alonso Rodríguez:

Me dirijo a usted con la intención de que me asesore en un tema que me tiene muy intranquila y que produce cosquilleos que no entiendo. Tengo novio, Segismundo, desde hace 6 años. Es hijo del cura del pueblo -eso dicen las malas lenguas- y su madre es una santa pura y casta. Supongo que por su educación tan religiosa, le puedo decir que en nuestros 6 años de noviazgo tan solo me ha dado unos cuantos besos tan castos y puros como su madre. Yo creo que lo hace porque es su intención que los dos lleguemos vírgenes a nuestra noche de bodas, que será en el año 2024, Dios mediante. Pero el otro día estuve tomando el café con unas amigas y ellas cuentan maravillas de lo que hacen con sus novios o no novios. ¡Y les tengo una envidia! Le he dado a entender a Segis que no es necesario que me respete tanto y que yo haría por él el sacrificio de follar antes del matrimonio. Claro que no entendió nada o hizo que no entendía. Me gustaría ser más explícita, pero es que no tengo ni idea de qué hacer. Ni siquiera sé por dónde tiene que entrar eso, ni cómo manejarlo, cuánto tiene que durar...

Perdone mi ignorancia.

Por favor, pido su consejo para llegar a calmar esta intranquilidad que me produce un cosquilleo inexplicable.

Gracias





Apreciada oyente y amiga María, pasamos tu consulta a nuestro Coordinador del consultorio sexológico  ALMA Y CARNE CONFINADA,  Lorenzo Rodríguez que no, Alonso, haciéndole saber que estamos saturados de consultas, por lo que la pedimos unos días de paciencia para poder atender tus dudas y poder aconsejarle como te mereces.

Gracias por seguirnos.

Beso sus pies y mano quedando a su entera disposición.

 

Domingo Siesta

Departamento de Redacción.

sábado, 14 de noviembre de 2020

En el muro de Susana Cañil: consejo culi-nario

     Durante toda la pandemia Susana Cañil: Escritora y periodista. Elegante por fuera, canalla por dentro, romántica a ratos, siempre rebelde; nos ha regalado sus ¡Buenos días canallas! conjuntamente con un sin fin de meditaciones, consejos y vivencias.

     Para nuestro blog hemos elegido éste consejo médico-culinario.  GRACIAS, Susana.

domingo, 8 de noviembre de 2020

"Feliz Aniversario", autor: Félix Martín Franco

             Hay fechas que no pueden, ni deben, olvidarse. Pasado mañana, viernes, Marta y yo cumplimos siete años de casados. Ahora estoy confinado en Estocolmo por culpa de la pandemia por covid-19. No puedo salir de aquí, así que he tenido que alquilar un mini apartamento por semanas (aquí todo es carísimo) y así poder seguir trabajando en nuestras oficinas suecas, huyendo del ERTE decretado en la sede central de mi empresa, ubicada en mi querida Málaga.

            Me siento triste y solo, con lo fácil que hubiera sido, hasta la semana pasada, coger un avioncito y en 4 horas plantarme en Málaga, con los míos. Echo de menos el ruido de los mellizos que vinieron al mundo gracias a la inseminación artificial (espermatozoides lentos o vagos, me diagnosticaron), dos torbellinos que, una vez dormidos, o a los cuidados de los abuelos, nos ofrecen la oportunidad de reabrir nuestro paraíso terrenal  amoroso repleto de tentativas manzanas y juguetona serpiente en busca de guaridas húmedas.

            No hay día que no me alivie pensando en Marta: en el w.c. de la oficina, en el sofá de éste frío apartamento, en la ducha, tras despertarme amenizado por la alarma del móvil que, todas las mañanas, despierta con el “How deep is your love / Cuan profundo es tu amor” de Bee Gees, una de nuestras canciones más queridas y bailadas.


 (viernes)   00:03 horas   horario España WhatsApp de Jorge a Marta.

     Cariño, muchas felicidades. El destino, en forma de pandemia, intenta separarnos en éste séptimo aniversario. No sabes cómo te/os echo de menos, especialmente, en el silencio de mi nuevo techo. Solitario y silencioso existir. Quiero olvidarme y no recordar esta separación y por eso te anuncio que mañana, vamos, hoy ya, recibirás un paquete con mi regalo, mejor dicho mis tres regalitos para que puedas sentirme físicamente sin estar cerca de tu esposo. Abre uno por cada día del fin de semana, del mas pequeño al mas grande. Disfrútalos cariño y sigue sus instrucciones, ya me contarás, jajaja. No solo los niños deben tener sus juguetes.

            Cómo me gustaría despertarte y prolongar nuestra noche de aniversario más allá de la hora de llevar a los peques al cole, incluso invertir un día de mis vacaciones pendientes.  Feliz fin de semana y sobre todo relájate y piensa en nosotros. Muy pronto desconvocarán las cuarentenas y el reencuentro será un premio merecido por todo lo sufrido con esta inesperada y obligada separación.  Te quiero y querré. Felicidades.

(viernes)   07:30 horas   WhatsApp de Marta a Jorge

            Sabía que, nada mas despertar, encontraría un mensaje tuyo, de quien si no. FELICIDADES MI AMOR !!! Me dejas en ascuas con lo misterioso de tus regalos. Uy! voy a la ducha, se me hace tarde y he de despertar a los niños y prepararlos para el cole. Por fin es viernes ! No veas que rollo con las mascarillas, las mochilas, el hidrogel, la toma de temperatura en el cole… no te aburro mas.  Te deseo el mejor de los días. Que sepas que mi dedo corazón, todas las mañanas, bajo la ducha, te busca entre mis entrañas y me regala un instante tuyo.

 

(viernes)   12:08 horas   WhatsApp de Marta a Jorge

             Acabo de recibir el paquete, ¡qué ilusión! también tonto nerviosismo al firmar el recibí digital del mensajero.  Pufff, ahora suena el timbre de la puerta, seguro que es Asunción (la chon-chon, como tú la llamas) a cotillear un poco, ya estará intrigada por conocer el contenido del paquete y su remitente. pufff.  Luego sigo cariñin.

 

(viernes)   14:05 horas   WhatsApp de Marta a Jorge 

            Qué sorpresa, jajaja. Unas -bolas chinas- de las modernas. He pasado la aspiradora, limpiado el baño y planchado con ellas puestas. Me ha sido muy fácil depositarlas dentro, llevo unos días especialmente húmeda a todas horas. Me faltas.     

 

            Las bolitas, han entrado tan bien como tu verga inhiesta y ansiosa. Cuanto más te mueves mas vibración, choque entre ellas. Había oído hablar de ellas, muchas mamás del cole ya las probaron y comentaron. Hay opiniones para todos los gustos. Yo guardaré en secreto lo bien que me hacen sentir.

        Jorge, al sacarlas, debían de estar muy a gusto dentro de mi pues, en un principio se resistían, tuve que adoptar la postura de una gallina poniendo un huevo para que me fuera mas fácil (se lo oí a Guillermina la madre de Tomás y Ángel, los mellizos amigos de los nuestros) ella también las usa por prescripción médica para fortalecer el suelo pélvico; como te decía se resistieron, pero una vez fuera y manteniendo la postura de la coco-guagua no he podido evitar hacerme un ddt, que inmediatamente me ha llevado al éxtasis de forma encadenada que facilidad para llegar al segundo. Qué regalito más útil y placentero, gracias.  Pero nada como tú…

        Me hubiera echado una siestecita, pero debo comer y al poco ir a buscar a las fierecillas al cole. Me siento dulcemente cansada. Quizás, para ir al cole y a los columpios, es viernes, vuelva a…  hasta luego.

 

(viernes)   19:20 horas   WhatsApp de Marta a Jorge

            Hemos dado un largo paseo por el parque con las mascarillas oprimiendo boca y nariz, parecemos zombis por los pasillos de un gran hospital, todo parece un sueño, pesadilla, mejor. Se rumorea que pronto, de seguir ascendiendo los contagiados, también los parques serán clausurados al igual que el aforo a cines, bares… ¿por allí ocurre lo mismo?

    Mientras el mundo se contagia sin remedio, yo, gracias a tu regalo, he pasado una tarde magnífica, hasta los niños me han preguntado: ¿qué te pasa mamá, qué estás tan contenta? Como decir a los niños que papá me ha regalado dos nuevas amigas y que están dentro de mí? pensarían en dos hermanas, jajaja.

     A la salida del cole me preguntaba: ¿cuántas madres, al igual que yo, llevarán encerradas las bolas ocultas y acomodadas en su túnel de la vida?

-   Baño de los peques, cenas y peli me esperan.

- Qué pasa que no me dices nada? No tendrás queja de cómo estoy aprovechando tu primer regalito. Gracias mi amor.

(viernes)   23:55 horas   WhatsApp de Marta a Jorge 

        Seguro que la peli te hubiera gustado. He de confesar que he tenido una lucha a muerte con el ordenador y Netflix hasta que he podido conjugarlos. Tenemos que cambiar de tele. Era francesa, la peli, de las tuyas, sensualidad e inteligencia en un trío de amantes nada convencionales. En nuestro sofá de plumas y revueltos con los cojines nos hubiéramos acoplado como tantas noches, compartiendo algo parecido a una cena, con nuestro vinito y todo, como cada viernes. Traer a la mente estos recuerdos, tan cercanos, de nuestras veladas cinematográficas que hoy parecen soñados me han llevado a revolcarme y hasta frotarme con tu cojín preferido y ha llegado el cuarto orgasmo del día. Vaya aniversario. Casi a gatas y sin lavarme los diente me meto, mejor dicho, me tiro sobre nuestra cama, ahora fría, donde añoraré tu abrazo. Y mañana otro regalo.  Yupi ! Descansa Jorgito, seguro que te están volviendo loco los suecos y su congelado inglés.

 

(sábado)   12:37 horas   WhatsApp de Marta a Jorge

    Hoy los niños se han despertado pesadísimos al tiempo que encantadores. Dormir dos horas más les estimula y carga sus baterías. Puedes creer que no he podido abrir tu ragalo del día de hoy ¿?

Te envío un beso de mariposa que te haga sentir lo abierta que estoy y estaré para ti.

(escríbeme, pls. muack)

 

(sábado)   20:14 horas   WhatsApp de Marta a Jorge

        Vaya día! Ya todo en paz. Tecleo desde la bañera y junto a dos copas de cava burbujeante y helado en el poyete del jabón y esponjas.

        Suena muy bajito, casi un susurro, nuestra rescatada y admirada Donna Hightower, es turno de “Please don´t take your love away from me / Por favor no me quites tu amor”  en el spotify Lo que daría por bailar ahora contigo, mojada y también húmeda, notar tu erección al roce de mi pelambrera púbica, descuidada y abrupta. Nada mas llegues tendrás que ejercer, una vez más, de jardinero íntimo para rasurarme y adecentarme el jardincito, como tu lo llamas, y así dejarle pulido y brillante como un diamante. Explotan miles de burbujas en mi lengua, bebo a sorbitos, pero sin descansos, noto como se escurren chiporroteantes y heladas por la comisura de mis labios recién pintados de rojo pasión para ti, Jorge.

            No he sido muy original y le he llamado Lucas. 


Qué a quién ?, al patito. Qué gracioso y máxime tan elegante con su porte de dominante sado-maso, jajaja. Tal y como explican las instrucciones, además de múltiples velocidades de vibración, posee varios recovecos y protuberancias que se acoplan a la perfección a la anatomía intima de la mujer, jamás pensé… qué guarrote eres y lo que me gusta que no cejes de programar momentos, lugares, objetos, para fomentar nuestra sexualidad y no caer en rutinas ni desganas.

            Es gracioso verlo navegar, sin ruido, entre las dos montañas de pompas de jabón que perfiladas por la tenue luz de las velas le confieren un perfil mitológico, algo parecido a Caronte recorriendo la Estigia, aunque su look no se ajuste a épocas remotas, jajaja.

            Ahora beberé de tu copa, la mía ha sido fulminada. Espero no asfixiar a Lucas pero voy a obligarle, como si fuera una dominatrix, a encallar sobre mis labios mayores y allí echará el ancla hasta calmar esta ansiedad de su nueva Ama que arde por dentro como una marinera amante de los animales.

          Este patito me estremece y deshace, pierdo la voluntad y vuelvo a brindar por ti, sin soltarle. El ajetreo de mis pies, rótulas y cadera ha derrumbado las montañas de jabón y mi pelufito ha vuelto a aflorar, negro como un tizón, como un islote en el oceáno.

(sábado)   23:03 horas   WhatsApp de Marta a Jorge 

            ¿Por qué no escribes?  Apareces como fuera de servicio. Se habrá jodido el roaming ¿?, qué raro…

            Ahora te escribo desde nuestra cama, nuestro templo de amor, a punto de dormirme, pero antes, decirte que luzco tu camisón Babydoll, el negro cortito, observo mi cuerpo en el gran espejo del techo y poso como si tras el cristal tu estuvieras fotografiándome como en el Hotel de París. Sin ti sentiré frío durante la noche. He dejado a Lucas bajo la almohada, por si acaso, jajaja  Me estás convirtiendo en una guarrona, mejor dicho en tu guarrona-golosona particular, jajaja.  Hasta mañana, mi amor.

(domingo)   09:07 horas   WhatsApp de Marta a Jorge

            Jorge, fijaté las nueve pasadas y los niños dormidos como cenicientas, no seré yo el príncipe que los despierte.

            Ya domingo. Te añoro. Me haces falta. Voy a prepararme un buen desayuno, con tus juguetes y su uso intenso me siento algo debilucha. Hoy abriré la caja tres, la grande. ¿Qué será?

(domingo)   14:53 horas   WhatsApp de Marta a Jorge

            Al final desayunamos todos juntos, calmados y hablando de ti, los niños no dejan de preguntar: ¿Cuándo viene papá?, y ¿por qué no está?, ¿ya no nos quiere? y donde está ¿usa mascarilla también? No me canso, ilusionada, de contarles el por qué de tu ausencia, que si el bichito, que el trabajo, que estás solo (eso creo jajaja), lo que es una cuarentena y mil cosas mas.

            Pillín, con razón tenías premeditada la apetura de los regalos: Ha sido la ¡¡¡BOMBA!!!, ya el envoltorio y su slogan prometían: “bättre än en man”, pero el sueco no es lo mío y he tirado de traductor on line y al leer “mejor que un hombre”, deshice, como poseída, el envoltorio del afamado y agotado “succionador de clítoris”. Jorge, a este paso no voy a echarte mas de menos, jajaja. ergonómico, sumergible, conexión usb, silencioso, se puede llevar en el bolso ¿qué más puedo pedir?

Si, el primero con el nuevo invento, fue en la cama con la bata blanca que me regalaste el año pasado, mientras, a los niños los coloque frente a la tele y se divertían con ese gato cabezón, Doreamon, creo que se llama. Me da vergüenza decírtelo… creo que han sido media docena, el sol entraba por el salón arrebatador y no he podido menos que espatarrarme para que su calor templara, aún mas, toda la zona, que gusto. He debido dormitar durante cinco o diez minutos. No pude contenerme de llevármelo al aseo y a la que nos higienizábamos los dos en el bidé y con esa lengua de agua acariciando mi jardincito me he vuelto a correr y esta vez con chorrito, como tu dices. Me han temblado hasta los tobillos. Quiero que juguemos juntos, vuelve, escápate, vuelve, sáltate el confinamiento internacional y vuelve a mi vera. Vaya aniversario, vaya regalos y tu a 3.666 kilómetros, me has puesto muy alto el listón, pero ya tengo planeado tu regalito…

            Me espera una tarde con las tareas del cole de los niños, preparar comidas, y si saco un rato, esta noche, leeré un poco, no aguantaría nueva sesiones con nuestros juguetitos, me han vencido, jajaja.  ¿Lo has hecho para que no piense en otros en tu ausencia?, es broma cariño.

            Cómo me gustaría agradecerte tus regalos, uno a uno, con lentas profundas y saboreadas… -tú, ya sabes-, me tragaría todo, todo, como la sedienta que estoy y me siento, no desperdiciaría ni gota-ni gota, como la publicidad de esos pañales (¿te acuerdas?).

            Mañana, sin falta, llamaré a Movistar a ver que pasa con el roaming y tu número de teléfono, no quiero preocuparme, pero es muy raro, mas en ti. Vida mía.


(lunes)   10:02 hora de Estocolmo / 09,02 hora Málaga (España)

            - ¿hablo con la esposa de Jorge Gutiérrez Marín?

            - Sí, yo soy, ¿qué ocurre? (con voz asustadiza y entrecortada).

            - Le llamo de Andersson Brother, sede de Estocolmo, para comunicarle que don Jorge, empleado de esta Compañía, está ingresado en el Karolinska Hospital, a las afueras de Estocolmo, desde el medio día del viernes, con un diagnóstico delicado, pero estable, padece neumonía doble, propiciada por contagio de la covid-19.  No se le permiten visitas, como al resto de internados, está en UCI y tiene instalado un respirador.  No teman es un hombre joven y fuerte, nos han dicho los médicos y vencerá al virus y sus complicaciones. Nos han comunicado hace breves momentos, pues no sabíamos nada de él hasta hoy. Cualquier modificación repentina de su estado, además del parte médico diario se lo comunicaremos, con mucho gusto, desde la Empresa a éste teléfono. Soy Ingrid Karlsson responsable de recursos humanos.

            - Pero… si…



jueves, 5 de noviembre de 2020

Menús para Confinados - Sugerencia del Chef menú 329

 Menú 329

Comenzaremos con un consomé de Puerros,


a continuación saborearemos un wok de Verduritas a la soja,


y como plato fuerte, hoy, proponemos Pulpo a la brasa
(cuidado, no quemarse)


todo regado con un buen tinto D.O. Rías Baixas


y de postre helado de Nata con aderezos y sirope de caramelo.



Como siempre os deseamos:   buen Provecho y mejor Lecho.